Este fin de semana hemos asistido al cierre por mala gestión del Canal 9, lo que es un buen ejemplo de la disyuntiva entre eficiencia y equidad a la que se enfrenta la gestión pública: con este cierre la economía será más eficiente (este canal tenía el doble de trabajadores que hace 20 años con la mitad de audiencia, y una nefasta programación, dicen que sólo era propaganda política), pero menos igualitaria (1.600 parados más en un sector en que hoy en día es muy difícil encontrar trabajo y una televisión en teoría menos plural, aunque también hay quien dice que cualquier televisión privada era más plural).
El siguiente artículo es muy interesante de leer.
Cierre del Canal 9: buenas y malas noticias.
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