Se acaba de saber que la compañía americana Lehman Brothers, que fué la que con su caída en septiembre del 2008 marcó el inicio de la crisis en la que todavía estamos inmersos, tenía graves problemas financieros meses antes de su bancarrota, y manipuló su contabilidad para engañar a accionistas, inversores y a las autoridades.
Un bufete de abogados, por encargo de los tribunales de Nueva York, ha hecho público un informe de 2.200 páginas en el que se denuncia que Lehman Brothers utilizó un truco contable llamado Repo 105 para hacer disminuir artificialmente su apalancamiento (término contable que estudiaremos en los próximos temas) cuando en realidad no era así: según el informe, la entidad ocultó temporalmente 50.000 millones de dólares de su balance general para engañar a las agencias de calificación. Se trata de empresas que hacen clasificaciones de las inversiones según su riesgo y rentabilidad, y en las que se fijan los inversores a la hora de decidir en dónde invertir su dinero. Lógicamente, los bancos hacen todo lo que pueden para mantener una clasdificación alta, ya que así atraen a los inversores.
Sabemos que las empresas están sometidas regularmente a auditorías, que controlan que la contabilidad se ajuste a la ley y refleje una imagen fiel del patrimonio, la situación financiera y los resultados de la empresa. Lo sorprendente es que la compañía encargada de auditar a Lehman Brothers, que se llama Ernest & Young, y que es una de las 4 mayores empresas auditoras del mundo, no denunciara nada, y por ello está siendo investigada. También sorprende que las autoridades no intervinieran antes. Eso se ha podido deber en gran medida a la dificultad para entender las finanzas de Lehman; se ha necesitado un año para finalizar la investigación. Además, se dice que Lehman Brothers despidió al empleado que denunció estas prácticas.
Voy a intentar explicaros en que consisten los Repos, aunque ni yo estoy segura de entenderlo. Se trata de un truco de contabilidad legal que implica el desplazamiento de los activos para reducir el tamaño del balance de una empresa y dar la apariencia de que parte de sus deudas han sido saldadas. Consiste en que un banco transfiere títulos a otro a cambio de efectivo, con el compromiso de revenderselos en un plazo convenido y pagar un interés por el dinero utilizado. Son comunes en todo el mundo y los hacen todos los bancos, incluso los bancos centrales. Lehman consideró la posibilidad de vender activos, pero como tenía muchos con problemas, hubiera tenido que venderlos muy baratos, afectando su rentabilidad. Decidió entonces hacer Repos. Como no cumplían las leyes de los EE.UU., traspasó los activos a su filial en Inglaterra, donde la regulación contable es menos exigente. Cada fin de trimestre contrataba los repos 105, recibía dinero con el que pagaba deudas, y bajaba el total de activos. Pocos días después se endeudaba de nuevo y cancelaba los repos. De esa forma consiguió no perder la calificación AAA, la más alta otorgada por las agencias de calificación.
Los repos 105 no causaron la quiebra de Lehman, pero al prolongar su existencia hicieron que las pérdidas de la quiebra fueran mayores. Actualmente la empresa se encuentra en proceso de venta de sus activos inmobiliarios, hipotecas, inversiones privadas y otros bienes, que se destinarán a saldar las deudas que ha dejado. Hasta donde llegue.
Por cierto, las agencias de calificación están siendo muy criticadas en los últimos meses, ya que otorgaron la clasificación Triple A (la máxima posible) a las hipotecas sub-prime que han generado la crisis, la mismna que se otorga, por ejemplo, a la deuda pública del Estado. Puedes leer más sobre ellas aquí.
Por si no te has dado cuenta, parte de la información de este post la he sacado de un blog que se llama "Voy a ser rico". Para que os paséis por allí los que habéis declarado vuestra vocación de ser ricos.
Feliz puente.
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