Acabamos de
terminar de ver las fuentes de financiación. Para poner en marcha un negocio,
los emprendedores diponen de varias fuentes de dónde obtener los recursos
necesarios. Desde las 3 "F" (Family, Friends and Fools), el dinero
que ellos mismos aportan de su patrimonio personal, la emisión de acciones o
partcipaciones, o pedir préstamos a los bancos. Pero todavía hay otro concepto:
el Bootstrapping. El término bootstrap procede de la expresión inglesa "to
pull oneself up by one's bootstrap" (que podría traducirse por levantarse
mediante el propio esfuerzo), la cual está tomada de una de las Aventuras del
Barón Munchausen, personaje ficticio del siglo dieciocho creado por el escritor
Rudolph Erich Raspe, en la cual el barón había caído al fondo de un lago
profundo y, cuando creía que todo estaba perdido, tuvo la idea de ir subiendo
tirando hacia arriba de los tiradores (bootstrap) de sus propias botas. En los
negocios, es un término que hace referencia a empezar algo sin recursos o con
muy pocos recursos. Cuando ninguna de las
fuentes de financiación tradicionales está disponible, y siempre que no
se requiera una fuerte inversión inicial, cabe la posibilidad de empezar el
negocio sin ningún capital inicial y sin ayuda, basándose en los clientes
potenciales, o sea, la empresa se financia únicamente con las primeras ventas.
Significa ejercer una actividad emprendedora
únicamente con los medios que se tienen al alcance (un garaje, un
teléfono móvil y, seguro, un ordenador con conexión a Internet), para ir
creciendo y posteriormente reunir financiación necesaria para alcanzar nuestra
meta.
Por ejemplo,
si nuestra idea es crear una tienda de ropa, podremos comenzar usando Internet
para empezar a realizar ventas y captar clientes aprovechando la multitud de
canales de venta existentes, como por ejemplo eBay. Otro ejemplo, sería hacer
servicios de catering a domicilio ofreciendo nuestros productos si queremos
crear un restaurante. Un sector muy dado al Bootstrapping podría ser el del
desarrollo de software, ya que para
implementar una idea sólo es necesario disponer de tiempo, un ordenador e
Internet, recursos disponibles en la mayoría de las ocasiones con un coste
despreciable.
Una de las
mayores ventajas del Bootstrapping es el riesgo, casi cero, ya que no le
deberemos nada a nadie y si fracasamos, no habremos perdido demasiado, siempre
podemos intentarlo de nuevo. Como dice un proverbio chino: "Si te caes
siete veces, levántate ocho".
Aunque sea
una forma lenta para comenzar, quizá puede ser la única vía para muchos
emprendedores. Y aunque se fracase, será una experiencia impagable para futuros
proyectos.
Lo he leído
aquí.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar