lunes, 26 de septiembre de 2011

2º. El próximo 31 de octubre nacerá el ciudadano 7.000 del planeta.

Y la ONU ya está preparando los actos conmemorativos.


Acabamos de estudiar el crecimiento demográfico como uno de los factores del entorno general, cuando me encuentro con esta noticia.


Desde hace siglos, los riesgos del crecimiento demográfico ha sido un clásico. Ya en 1798, en su “Ensayo sobre el principio de población”, Thomas Robert Malthus alertó que, mientras la población aumentaba en proporción geométrica, la producción de alimentos lo hacía de forma aritmética (ley de Malthus). Dio una voz de alarma que aún resuena y que incluía un panorama negro: alimentos escasos y salarios bajos debido al exceso de mano de obra empujarían a la población a la pobreza. Tuvo razón en parte, pero no pudo prever la capacidad de multiplicación de la producción que traería consigo la revolución industrial, y la capacidad tecnológica para producir alimentos.

Posteriormente, Paul R. Ehrlich, en su libro "The population bomb", publicado en 1968 retomo la idea de la superpoblación como una amenaza, ya que, al ritmo de crecimiento de aquellos años, la población se duplicaba en 35 años, se cuadruplicaba en 70 y se multiplicaba por ocho en 105. En el año 2100 todos tendríamos que estar de pie por falta de espacio, y en el año 2300 habría 300.000 millones de personas. Nos extinguiríamos por razones demográficas. Pero él tampoco previó la considerable bajada de la fecundidad: el crecimiento relativo de la población se ha ralentizado en todas las regiones del mundo, de manera que los estudios de la ONU apuntan a que el techo demográfico se alcanzará alrededor del año 2070. Entonces habrá en torno a los 9.500 o 10.000 millones de habitantes.

Pero muchos dudan de que se llegue a alcanzar, porque la fecundidad disminuye más aceleradamente de lo que estaba previsto: en Irán, un país musulmán, el promedio de hijos por mujer ha bajado de seis a dos en menos de una década. No tardaremos mucho en empezar a hablar del descenso de la población del mundo. Lo que si va a cambiar será la distribución de la población: la gran protagonista será África, un continente que triplicará con creces su población de aquí a fin de siglo. El continente más poblado seguirá siendo Asia. India relevará a China como el Estado más poblado dentro de una década. Europa será el único continente que pierda población (63 millones de habitantes menos) a lo largo del siglo XXI.

 Pero, la pregunta es: ¿cuántos habitantes puede admitir la Tierra? Todo depende de a qué ritmo consumamos los recursos y de los cambios tecnológicos para mantener el nivel de consumo. Si los 7.000 millones de personas consumiéramos como estadounidenses, la situación no será sostenible, ya que son el 3% de la población mundial y consumen el 25% de los recursos. Y eso nos lleva a la responsabilidad social y medioambiental de las empresas... pero eso es otro tema.

Lo que es indudable es que el entorno de las empresas va a cambiar sustancialmente.

 Puedes leer la noticia completa aquí.

http://www.worldometers.info/es/

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